De cómo domesticamos el borrachero para luego abandonarlo

Recuerdo la foto de una amiga meses atrás. Con una actitud despreocupada, la protagonista se estira para tomar con delicadeza una enorme flor blanca en forma de campana (una de muchas que cuelgan de un arbusto) y olfatearla. Mi respuesta fue casi inmediata: ¡cuidado con el borrachero! Y no es para menos. En torno a … Sigue leyendo De cómo domesticamos el borrachero para luego abandonarlo