En la esfera pública quien pone la agenda es quien manda la parada. Y en el mundo actual, la agenda pasa inevitablemente por los entornos digitales, sean estos páginas web, redes sociales o sistemas de mensajería directa como Whatsapp o Telegram. Por eso resulta de tanta importancia, para los líderes políticos este tipo de medición, de una dinámica que paulatinamente deja atrás la forma tradicional de hacer campaña para acercarse a las preocupaciones y sentires de la comunidad a través de estos espacios en los que se da la conversación real.
Por eso resulta de tanto interés la 4 edición del Ranking de Candidatos a Gobernación y Alcaldías realizada por la agencia de prensa Toro y la encuestadora Guarumo, en la que ratifica un fenómeno que se vive en las calles: el candidato a la Gobernación del Quindío, Juan Miguel Galvis encabeza el debate y vio crecer, entre el 15 de agosto y el 30 de septiembre, su posición en la opinión pública de los votantes hasta llegar al 15,9%. Un signo que estaría vaticinando la intención de voto libre, es decir, aquella que no está coaccionada por el contratico y la presión del jefe de turno (algo bastante habitual y que ya tiene a una funcionaria de la Alcaldía de Armenia enfrentando un proceso legal en el que arrastra al mismo alcalde José Manuel Ríos, al representante a la Cámara Jhon Édgar Pérez y a uno de los contrincantes de Galvis para el cargo, Jorge Ricardo Parra – Para ver más sobre este tema, haga clic acá).
De acuerdo con la medición, Galvis Bedoya habría pasado de un tímido 4,5% en el periodo del 1 al 30 de mayo; a un 5,3% entre el 30 de mayo y el 5 de julio; para aumentar al 8,5% entre el 5 de julio y el 15 de agosto; y luego treparse de manera contundente hasta el 15,9% en mes y medio con fecha de corte al 30 de septiembre.
En el mismo periodo, Atilano Alonso Giraldo subió del 0,4% al 10,3%, ocupando el segundo lugar; mientras que Jorge Ricardo Parra aumentó del 1% al 7,6%, quedándose con el tercero: un fuerte golpe para su equipo de estrategas, reconocidos por censurar medios de comunicación y periodistas, plagiar páginas ajenas e infiltrar redes sociales estatales. Ni siquiera la desbordada inversión que han hecho en vallas publicitarias en el espacio público ha servido para posicionar una candidatura débil y que no creció más allá de la expectativa surgida de la suma de los contratistas de las entidades a cargo del financiador de este proyecto.
Una encuesta confiable
Poco nos hemos detenido en El Cuyabran Post por cubrir encuestas: después de un par de sondeos falsos que la campaña de Atilano Giraldo pagó en medios nacionales, y alguna que opositores a la campaña de Galvis puso a circular para tratar de afectar su credibilidad, decidimos dejar pasar este tipo de información. Sin embargo, esta es diferente. Primero viene avalada por dos de las empresas con más trayectoria y reconocimiento a nivel nacional. Segundo, porque nos dimos a la tarea de consultar directamente a estas empresas, verificando que los datos son ciertos y no hacen parte de ninguna jugadita de partidos políticos acostumbrados a triquiñuelas.
En el boletín de prensa que acompaña a los resultados, ambas compañías revelan que la metodología empleada fusionó “la antropología digital con el Big Data, ha analizado más de 600 cuentas en redes sociales, incluyendo Facebook, Instagram, Twitter, TikTok y YouTube. Hemos profundizado en una conversación que engloba unas 2.3 millones de menciones, abarcando desde comentarios de la comunidad hasta tendencias y publicaciones mediáticas relacionadas con los nombres de los candidatos”.
Añade que “A diferencia de las encuestas tradicionales, no utilizamos cuestionarios preestablecidos ni métodos directos de recolección de datos. Nuestros resultados se basan en la conversación digital, una fuerza poderosa que está dando forma al panorama político”. En el comunicado también se subraya que “no se tuvieron en cuenta los líderes políticos que utilizan sus perfiles privados para la campaña”.
Más allá de las cifras (información para nerds)
Algunos dirán que en internet no se vota. Es cierto. Pero en internet se opina y se construye una visión que es la base para la acción concreta después. Como en El Cuyabran somos tan nerds, decidimos apoyarnos en la academia, específicamente en el estudio ‘Redes Sociales y Participación Política en las Elecciones Presidenciales de 2022 en Colombia’, de la magíster en Marketing Digital y Gobernanza, e investigadora del Centro de Investigación en Comunicación Política de la Facultad de Comunicación Social – Periodismo de la Universidad Externado de Colombia, Catalina Restrepo.
El documento, aunque centrado en un momento y circunstancia particular, consigna una de las investigaciones más cercanas a las próximas elecciones, tanto en tiempo como en contexto geográfico. En el documento se revela que “quienes más utilizan la red social Facebook para compartir sus posturas políticas son las personas de 29 a 38 años (24%); así mismo, utilizan WhatsApp (25,6%). En el caso de Twitter, las personas que más lo utilizan con tal fin están en el rango etario de 49-58 años (26,5%). En cuanto a Instagram, hay dos grupos etarios que la utilizan en el 30%: las personas de 18 a 28 años y las de 29 a 38 años”.
Agrega la publicación que “Es clara la relevancia de las redes sociales como herramientas de comunicación digital en el contexto de la democracia —especialmente, en los más jóvenes—, al resaltar su potencial para fomentar la participación política y facilitar el acceso a información política”.
¿A qué vamos con esto? A que la dinámica presentada por la encuesta de Toro y Guarumo estaría confirmando algo de lo que se habla en pasillos: Galvis es un candidato que ha logrado calar en los jóvenes. Su discurso de renovación no ha caído en terreno estéril, y existe una identificación real de generaciones que tradicionalmente son apáticas a la política con el personaje; hecho verificable si se tiene en cuenta la respuesta de la comunidad estudiantil de la Universidad del Quindío en un reciente foro llevado a cabo en sus instalaciones: a punta de solicitarle fotos y entablar una conversación con él para conocer más, ratifican lo que las cifras nos dicen. Y eso sin contar a otros grupos etáreos en donde Galvis también arrasa.