La CRQ está en el limbo. Litigios en torno a la elección de su director han sido noticia en las últimas semanas, entre la medida cautelar proferida por el Juzgado Quinto Administrativo de Armenia, que suspendió el proceso programado para el pasado 25 de octubre; la oposición al trámite por parte de actores ambientalistas al mecanismo de elección; y la decisión del Tribunal Administrativo del Quindío que le ordenó a la autoridad ambiental entregar un informe de la declaración de bienes y rentas, así como el conflicto de intereses del consejo directivo y el comité de dirección de la autoridad ambiental. El caso es que la elección de quién decidirá sobre la entidad se encuentra en la más absoluta incertidumbre.
Y no es para menos. Al ostentar un régimen autónomo, la Corporación maneja de una manera más o menos libre su presupuesto, lo que la ha convertido en caja menor de la politiquería regional desde que un empresario del voto se apoderó de su junta. Precisamente lo que varios sectores de la sociedad alegan, apuntando a que los intereses de algunos de los miembros de su junta podrían intervenir en el futuro próximo de una entidad llamada a preservar el medio ambiente.
Pero la votación podría tener sus vicios, si se tiene en cuenta la solicitud de uno de los candidatos al cargo que ha interpuesto ante las autoridades competentes, una recusación en contra de los miembros del consejo directivo de la institución y que tienen voto en esta decisión. El recurso legal apunta a que varios de los que ocupan lugares del consejo directivo de la corporación, podrían estar cobijando a diferentes aspirantes a la dirección.
Las llaves del poder
En oficio enviado al gobernador Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas como presidente de la junta, y que fue conocido por El Cuyabran Post, el demandante revela que los consejeros Viviana Álvarez Rojas y Juan Carlos Uribe, habrían sido habilitados por Jaider Arlés Lopera Soscué, Andrés Alberto Campuzano y Carlos Ariel Truque para ser elegidos dentro del órgano.
Entre tanto, y como representantes de las ONG ambientales, Carlos Efrén Granada Madrid y John Elvis Vera obtuvieron un lugar en el consejo con el aval de los ya mencionados Lopera Soscué, Campuzano y Truque, así como de Jhoan Sebastián Pulecio, quienes fueron encargados de verificar su documentación para que ingresaran a la junta ya mencionada.
Por su parte, Jaime Marín Arce, como representante de las comunidades negras, habría recibido el favor de Campuzano, Truque y Pulecio para lograr su asiento en la instancia. Luz Melina Siagama obtuvo similar aval de los mismos personajes; mientras que los Alcaldes salientes de Circasia, Ana Yulieth Díaz Ubaque; Córdoba, Jhon Jairo Pacheco Rozo; Pijao, Juan Camilo Pinzón Cuervo; y La Tebaida, José Vicente Young Cardona, habrían sido apoyados por Pulecio para recibir sus lugares como representantes de los mandatarios locales.
La parte jurídica del asunto
Urrea Vanegas, como denunciante, esgrime el artículo 11 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, así como el artículo 44 de la Ley 1952 de 2019 en su argumento. ¿Qué quiere decir esto? Que de acuerdo con esta normatividad, los miembros del consejo directivo de la CRQ se encontrarían impedidos para participar en la elección del nuevo director de la entidad.
Esto porque, varios de los aspirantes al rol son, precisamente, quienes les abrieron las puertas a los que decidirán, para que hicieran parte de la instancia. Una que tiene dentro de sus facultades, el elegir al director. Una especie de puerta giratoria en el que individuos vinculados a la autoridad ambiental abren espacio para quienes, hoy en día, devuelven el favor.
Y como varias veces se ha denunciado en este medio de comunicación, todo apunta al mismo personaje. Uno que ya intentó quedarse con alcaldía de Armenia y gobernación, logrando solo la primera. Uno que además, ha cogobernado con comodidad en el idílico edificio de la avenida 19 en el que se aloja la institución. Y que aprovechando la autonomía que le da esta figura, así como la cercanía con un Germán Vargas Lleras ansioso de poder, quiere atornillarse en el poder de la institución.
Por el momento, la Procuraduría, como entidad de control orientada al control disciplinario, ha puesto la lupa a una elección que se antoja compleja. Ya la autoridad ha definido como fecha de elección el próximo viernes 8 de diciembre –sin importar que sea festivo por ser día del Alumbrado-. Mientras tanto, estaremos expectantes si se hace valer la Ley y la transparencia, o si se prolonga el modelo de corrupción al que se le ven, cada vez más, los cables. El futuro medioambiental (de nuevo) en riesgo. Pero por lo menos esta vez estamos avisados.