Espacio público, de todos y de nadie

Espacio público, de todos y de nadie

Imagen cortesía Luis Carlos Duque – Concepto Sexta Avenida – 2015

El espacio público es quizás el componente más importante del territorio urbano. Sin él no existirían las ciudades, no habría interacción de las personas y no contaríamos con ese elemento que nos hace ciudadanos con los mismos derechos y deberes.

Debemos entender antes que nada, que el espacio público urbano es todo aquello que no corresponde a una propiedad privada, tales como vías, ciclorrutas, andenes, parques, plazas, reservas forestales, etc.

El P.O.T. (Plan de Ordenamiento Territorial) de Armenia en su componente urbano define claramente aquellos lineamientos y componentes que han de servir como herramienta técnica y jurídica para fortalecer el uso, disfrute, mantenimiento y expansión de estas zonas.

Históricamente han sido muchos los factores que nos han traído al actual panorama.

  1. Voluntad política: no hay peor enemigo de la iniciativa pública que la política misma; en el año 2015 el sector privado, en cabeza del Arq. Luis Carlos Duque, planteó a la ciudad el que quizás sea el programa más importante y ambicioso de consolidación del espacio público. Hablo por supuesto del proyecto “Sexta Avenida”, el cual, en su estructuración inicial planteaba más de 28.000m2 de espacio público continuo, conectado y de cara al ciudadano. ¿Qué pasó entonces? La administración no le dio la importancia ni el espacio que se merecía aquel espectacular proyecto. Y al igual que “Sexta Avenida”, históricamente nuestra clase dirigente ha sido renuente al cambio, a generar y permitir que se ejecuten políticas de cara al mejoramiento de las condiciones de los ciudadanos.
  2. Sentido de pertenencia: la cultura y el civismo, otrora símbolo de distinción y orgullo para nuestra ciudad, ha dado paso al individualismo y nulo respeto por lo nuestro: es común ver vías convertidas en parqueaderos; andenes y esquinas en basureros; parques sin mantenimiento, seguridad o mobiliario urbano. Si bien la responsabilidad primaria recae sobre la administración, es deber nuestro hacer uso adecuado y no destruirlo intencionalmente.
  3. Falta de conectividad e inclusión: es común encontrarnos en nuestra ciudad, por ejemplo, con andenes que cambian su calidad de una propiedad a otra, muchas veces con materiales completamente distintos e incluso peligrosos por su baja adherencia o porque simplemente destruyen la continuidad de la arquitectura urbana; también es habitual encontrar sitios sin posibilidad de acceso a personas con movilidad reducida, o verdaderas trampas para peatones o transeúntes.

En palabras del P.O.T. “El espacio público es el eje estructurante que determina el rumbo de cualquier categoría urbana, las zonas de conectividad y movilidad. Las zonas comunes, neutrales y prioritarias están incluidas o son parte del entorno general del municipio, por esto debe convertirse en el canal que facilite todas las actividades que ocurren día a día en el municipio, siempre en beneficio de sus habitantes y priorizando el mejoramiento de la calidad de vida, las condiciones sociales, políticas y económicas”.

La invitación por supuesto, a quienes lo utilizamos, es a que nos apropiemos del espacio público; hagamos un uso sano de este, respetemos el derecho que todos y cada uno de nosotros tenemos a disfrutar de nuestro territorio. A constructores y desarrolladores a no dejar de lado la conectividad e inclusión del nuevo espacio público que generen. Y a las autoridades y administración que recuerden que es allí donde sus políticas se verán materializadas, pues es allí donde todos los ciudadanos sin importar nuestra vertiente política, nos damos cita.


La imagen grande que acompaña este texto fue tomada de PIxabay.

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