La escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes realizó una investigación en materia de laborabilidad, bienestar y garantías de estabilidad para las personas de edad avanzada. Como parte de los resultados, la investigación arrojó que la probabilidad de que una mujer se pensione es del 15.12% en áreas urbanas, mientras que para los hombres es de 26,56%.  En las zonas rurales, los números son aún más desfavorables, con un 4,18% para las mujeres y un 9,07% para los hombres.

Solo uno de cada cuatro adultos mayores logra acceder a pensión en Colombia, y el escenario es aún más hostil para las mujeres, según el documento: “A noviembre de 2021, de 7,5 millones de personas con edad para retirarse, solo 16 % estaba recibiendo pensión. El tema es aún más preocupante cuando se revisa la brecha de género: de las personas con edad para retirarse, solo el 12,1 % de las mujeres pueden acceder a una jubilación, frente a un 22,5 % de los hombres. Una diferencia porcentual de 10,4 puntos”.

Existen estrategias desarrolladas en algunos países vecinos, para transformar esta realidad. En Brasil, por ejemplo, las mujeres se pensionan 5 años antes que los hombres, mientras el Estado asume y compensa esas cotizaciones; en Ecuador, el trabajo del hogar es reconocido como aportante a la economía nacional, y quienes lo realizan, están incluidas en la cobertura de previsión social.

El pasado 6 de junio la Corte Constitucional, a través de un fallo, dispuso que la cantidad mínima de semanas cotizadas para que las mujeres logren la pensión en Colombia disminuirá de 1.300 semanas a 1.000, teniendo en cuenta que la edad de jubilación es de 57 años; además indicó que el Congreso tiene plazo para regular el tema hasta el 31 de diciembre de 2025. De lo contrario, desde 2026 se empezarán a reducir las semanas cotizadas de manera gradual hasta llegar a las 1000. Esto sin duda apunta a la transformación y mejora de la dañina brecha económica y social que existe en el país, y propende al cumplimiento del compromiso hacia el bienestar y la equidad.

Aunque en medio de este panorama pensional y laboral pareciera que nada quedará en manos de las mujeres, lo anterior hace una invitación a desarrollar la gestión y negociación de los salarios dentro de las empresas, valorando la educación, experiencia y las habilidades ya adquiridas. Como último dato, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, prometió que el Gobierno va a incluir la propuesta en la reforma pensional, para reglamentar lo establecido en la sentencia C-197 de 2023. Un paso más hacia la equidad, el desarrollo y el reconocimiento como deuda histórica al trabajo femenino. La dignidad sobre el pecho de las mujeres en Colombia.

Catalina Toro

Comunicadora social especialista en economía pública

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