El 11 de septiembre quedará quizás en la memoria de muchos, que con vehemencia y sólidos argumentos se opusieron (con razones muy válidas) al acuerdo 022 de 2024 por medio del cual “se autoriza al alcalde de Armenia para la suscripción de un contrato de concesión de algunos de los servicios de tránsito de la ciudad de Armenia”.
Dicho lo anterior, empecemos por quitarnos algunos prejuicios que para nada enriquecen el debate y la discusión, y por el contrario, nos dirigen a la parcialización, los fanatismos y a esas falsas ideas “progres” que satanizan toda iniciativa privada; concesionar cualquier tipo de servicio puede resultar positivo para las partes y para los usuarios; además, está permitido por la Ley colombiana (1551 de 2012, Art. 32) Ahora bien, de entrada, ya el nombre del acuerdo nos deja un sinsabor al mencionar “algunos”; ¿Cuáles? ¿Por qué no mencionarlos en el encabezado? Vamos a los datos y las cifras publicadas por el Concejo Municipal (Los puede consultar el lector en https://www.concejo-armenia.gov.co/normatividad/ponencia-primer-debate-proyecto-de-acuerdo-022-de-2024 y https://www.concejo-armenia.gov.co/normatividad/ponencia-segundo-debate-proyecto-de-acuerdo-022-de-2024 )
Conveniencia: Llama la atención cómo en los apartes de la conveniencia del proyecto se cita lo siguiente “Debemos llamar la atención sobre la finalidad en el mejoramiento del servicio, y la eliminación de las causas que están generando caos vehicular y vial en la ciudad de Armenia, lo que incomoda a diversos sectores sociales, pero en particular a quienes constantemente transgreden el ordenamiento jurídico en materia de tránsito y transporte en la ciudad”. Nótese como de manera directa y descarada ya se cataloga en gran medida a quienes se oponen a este proyecto y los gradúan de transgresores del ordenamiento jurídico en materia de tránsito y transporte, ¡Qué bonita forma de insultar y descalificar con elegancia! Aunque debo aclarar, no todo es falso o incorrecto; por ejemplo, se citan problemas que vivimos diariamente quienes hacemos uso de las vías de esta ciudad
- Estacionamiento indebido en muchas zonas.
- Irrespeto a las señales de tránsito
- Conducción sin SOAT y revisión técnico mecánica
- Manejos inapropiados por parte de tramitadores
- Tiempos excesivos frente a trámites
Acá me detengo brevemente en estos cinco puntos
- Estacionamiento indebido en muchas zonas: totalmente cierto e incluso rayando con el abuso por parte de la ciudadanía; sin embargo, acá me pregunto, ¿Dónde quedaron las redadas programadas por el SETTA, que deberían ser constantes y en los puntos que ya tienen perfectamente identificados, además de ser una buena fuente de ingresos.
- Irrespeto a las señales de tránsito: problema que nos aqueja a todos en este país; acá debería operar la cátedra de movilidad desde la educación primaria. El niño bien educado tendrá mejor argumento para no ser el adulto gañán.
- Conducción sin SOAT y revisión técnico mecánica: históricamente hemos sido una sociedad influenciada por “la malicia indígena”, desafortunadamente somos tramposos; vuelvo e insisto en las cátedras de movilidad.
- Manejos inapropiados por parte de tramitadores: eso es una mafia perfectamente identificable, todos sabemos de ella; la pregunta es ¿Por qué no se han tomado medidas en tantos años? ¿Les suena el término CVY?
- Tiempos excesivos frente a trámites: la paquidermia e inoperancia histórica del Estado; los magos en el gobierno siempre apuntarán a engordar el Estado en cantidad pero no en calidad, hay que repartir migajas a muchos.
Bajo estas premisas ¡ninguno de nosotros deberíamos oponernos a una concesión con un privado que aparezca mágicamente y nos salve de este estado inoperante. Pues resulta que el cuento no es de esos con final feliz como los de Disney; acá señores, estamos ante un proyecto que, de acuerdo al citado documento público, básicamente reparte 50/50% muchos de los ingresos que hoy percibe el SETTA y que, si operara decentemente y con condiciones técnicas por encima de políticas, podría funcionar. Juzguen ustedes mismos:
Mas preocupante aún son los datos y cifras del modelo financiero. A juicio de cualquier conocedor medianamente informado, es una burla a la inteligencia. Es un presupuesto lleno de “capítulos” sin un desglose serio y amplio que permita establecer el alcance de cada rubro (Que incluye y que no incluye), básicamente algo que la industria de la construcción llamamos el APU (Análisis de Precios Unitarios). Este insumo es el que nos permite verificar si una actividad, cualquiera que sea su valor unitario por unidad de medida es “caro o barato”; allí sería muy bueno conocer a fondo estos pormenores, porque es precisamente ahí donde se esconden todas las irregularidades y trampas que más adelante todos pagaremos. El documento menciona 19 folios útiles, los cuales no se encontraban cargados al momento de escribir esta nota (no soy mal pensando, es que no soy ágil buscando información en plataformas gubernamentales o puede que estén en otro link).
Para finalizar se presenta la Tasa Interna de Retorno – TIR del negocio a 15 años, y la conclusión es que no es un mal negocio para quien lo ejecute. Debo ser coherente y he de aclarar que ningún privado haría un negocio con el gobierno para perder plata o para que “lo vean trabajar”; es claro que cualquier empresa que esté dispuesta a invertir en este negocio, lo hará, y con toda razón lógica, haciendo cuentas y pensando en su retorno y utilidad (No hay que ser iluso ni ser un hippie idealista, los negocios se hacen para ganar plata).
A manera de cierre mencionaría tres puntos importantes.
- Concesión (Buena o mala): todo dependerá de la rigurosidad con que se elaboren los pliegos de condiciones para los posibles oferentes, esperemos que estén a la altura de nuestras necesidades como ciudad y que el proceso se haga de cara a la ciudadanía y preferiblemente bajo la figura de licitación pública.
- Cámaras salvavidas: nunca se mencionó incluir en dichos dispositivos la posibilidad de regular con fotodetección la velocidad de los automotores; este es un punto fundamental, muchas de los accidentes de tránsito tienen como causa el exceso de velocidad; por qué entonces no hacer control sobre esto también.
- Medida “caída del cielo”: no, y absolutamente no; este proyecto contempla la intervención de algunos puntos neurálgicos; sin embargo, el problema es general y hay algo que ninguna concesión nos puede ofrecer: cultura y civismo, y esa, apreciados lectores, es la que más nos falta.
- Ñapa para los honorables concejales: Un proyecto no es más o menos conveniente por escribirlo a manera de carta para la novia en la distancia; son los datos, las cifras y los hechos los que permiten concluir sobre estos. Nunca la descalificación a los ciudadanos que se oponen o frases del baúl de la abuelita como “para nadie es un secreto” serán argumentos para personas serias. Para finalizar, las referencias y citas a casos de éxito internacionales, en este caso, Madrid y Londres, difícilmente se podrán asemejar a las nuestras, así como sus dirigentes con los nuestros.
Amanecerá y veremos, mencionó el ciego.
–Las opiniones acá expresadas no representan puntualmente las del medio de comunicación.