El calentamiento global: ¿Moda pasajera o realidad ineludible?

El calentamiento global: ¿Moda pasajera o realidad ineludible?

Un canto al planeta herido.

En otras palabras, el calentamiento global consiste en una subida de la temperatura de la superficie terrestre, el aire y los océanos. Como consecuencia, se generan cambios en las condiciones climáticas, derritiéndose, por ejemplo, los glaciares.

¡Si, sí! Una definición que muchos ya sabemos de memoria, pero que otros muchos aún siguen sin comprender que la hora cero ya llegó. Solo basta con mirar el reporte del clima para darse cuenta de las temperaturas que han alcanzado municipios en nuestro país como Jerusalén, Cundinamarca: que llegó este mes de septiembre a los 42,8 °C. Pero hablando del Quindío, y haciendo un comparativo del mes de agosto de 2021; la temperatura máxima fue de 22° C y este año la temperatura máxima alcanzó los 29°C, una cifra muy por encima del promedio que durante años mantuvo el departamento quindiano.

Con esta realidad se cumple la frase que reza “el calentamiento global consiste en una subida de la temperatura de la superficie terrestre, el aire y los océanos”, viéndose reflejada en desastres naturales como incendios forestales, sequías de fuentes hídricas y represas, impactando la sociedad y la economía con el desabastecimiento de agua, energía y ahora gas natural vehicular (GNV).

Lo paradójico de todo esto es que los gobiernos ya lo saben, pero la mayoría de la población aún se pregunta en las calles con la expresión popular ¿y por qué tanto calor?

La respuesta más acercada, pero cuestionada hasta la fecha es el “Quinto Informe de Evaluación (AR5) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC)” del año 2013, que señala al factor humano como la causa más probable del calentamiento global observado desde la mitad del siglo XX. Principalmente, a la producción de energía mediante la quema de carbón.

Los efectos del calentamiento global alcanzan no solo al equilibrio del ecosistema, sino también a la economía.

Algunos efectos mundiales son el aumento del nivel del mar, la expansión de las áreas desérticas, fenómenos atmosféricos más frecuentes y acusados como huracanes, tsunamis o inundaciones catastróficas, o muerte de animales. Asimismo, en lo que se refiere a la economía, los efectos del calentamiento global son también preocupantes: Pérdida de cultivos con el consecuente aumento de los precios y hambruna, disminución de las zonas habitables, resultando en el desplazamiento de poblaciones, o pérdida de crecimiento económico, sobre todo, en países menos desarrollados, pero que al final nos alcanzará a todos.

El estudio de un equipo de investigadores de Estados Unidos (equipo de Ben Olken) ha estimado que, por cada grado centígrado de aumento en la temperatura de un país pobre durante un año, se reduce su crecimiento económico en cerca de un 1,3%.

Definitivamente, el planeta llora porque este herido de gravedad, y nosotros, como sus habitantes y también culpables, tenemos una responsabilidad innegable de hacer algo frente a esta situación. Para mitigar estos efectos de desarrollo social y económico, la gran mayoría de países del mundo han firmado varios acuerdos para tratar de frenar el calentamiento global. Los más relevantes son el Protocolo de Kioto (1997) y el Acuerdo de París (2015).

Pero de nada nos sirve, si en las calles se sigue derrochando agua o si los incultos ambientales continúan generando incendios forestales o maltratando animales o acciones tan simples como arrojar los residuos en la esquina de la casa o las quebradas. Yo creo que el llamado es a reinventarnos y entender que si no actuamos ya nuestra casa muy pronto morirá y junto a ella nosotros y todos los demás.

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