Y dirán ¿otra vez Gobernación? ¿Y por qué de nuevo PAE? Pues cuando se genera una alerta y se erradica, como lo logró el Quindío con el tema de esta operación, hay que abrirle campo. Y es que este lunes 20 de enero se cumplió con lo prometido. Por primera vez en mucho tiempo, la alimentación escolar estuvo lista y entregada a los estudiantes desde el primer día del calendario escolar.
Ya habíamos alertado del riesgo de que el servicio no fuera a estar a tiempo. Eso también lo sabía la secretaria de Educación departamental, Tatiana Hernández Mejía, que decidió sincerarse con los medios para que la posible crisis no nos agarrara desprevenidos. Pese a tener el recurso financiero y haber hecho los trámites requeridos a tiempo, la Gobernación tuvo que vivir momentos tensos la semana pasada porque, a pocos días de arrancar las clases, lo único que se tenía claro era que el operador seleccionado por la Bolsa Mercantil de Colombia no era el idóneo para hacerse cargo del programa. Fue el momento de empezar a sudar petróleo. Cartas van y cartas vengan entre la administración territorial y la Bolsa, se logró anular la selección de un proponente que prometía mucho en documentos, pero que se cayó cuando se hicieron las visitas de inspección.

De ahí se pasó al segundo en lista de acuerdo con la calificación. Pero sus documentos nunca llegaron, y el tiempo apremiaba. Afortunadamente y de manera providencial, se determinó que el tercero, la Unión Temporal Cocora 2025, sí cubría con suficiencia las exigencias para operar el PAE. Luego de un fin de semana bastante atareado y con la presión de los entes de control, el Suteq, los medios de comunicación, los padres de familia y uno que otro personajito oscuro esperando que fracasara la empresa para hacer proselitismo, el gobernador Juan Miguel Galvis ganó. Este lunes se entregó PAE.
Para la primera semana, las raciones serán de tipo industrializado. Es decir, son alimentos que ya vienen preparados, empacados y listos para comer. Esto, obviamente, siguiendo los requerimientos nutricionales dispuestos en las minutas bajo los lineamientos de la Unidad de Alimentos para Aprender – UapA. Entre tanto, el operador se encuentra en alistamiento para arrancar la semana entrante con el alimento preparado en sitio, lo que representa la contratación masiva de manipuladoras de alimentos que trabajarán en cada sede educativa de las 54 Instituciones en el Quindío.
En la rueda de prensa, la secretaria de Educación también anunció que, de manera concertada con las Alcaldías, se suplirán las necesidades de los restaurantes escolares. De este modo, los municipios se harán cargo de platos, vasos y cubiertos, mientras que los mesones, refrigeradores y estufas serán adquiridas mediante ventanilla virtual por el departamento, con una inversión de 180 millones de pesos.

La funcionaria también dio un parte de tranquilidad frente al mecanismo de verificación que garantiza el buen estado de los alimentos que se entreguen; de una planta docente, administrativa y de servicios generales totalmente cubierta; y de las próximas transferencias a las Alcaldías para que completen el 70% que por Ley deben aportar para el pago del transporte escolar. Esto, sumado a unas inversiones en infraestructura educativa, nos llevan a pensar que el año lectivo empezó con pie derecho.
Y vaya pie derecho: pasar de la incertidumbre a una operación absolutamente sólida en menos de una semana es algo digno de aplaudir. Ahora lo que se necesita es que los padres y madres de familia matriculen a sus niños, y les den la oportunidad de acceder a algo tan importante como lo es la educación: un factor que definitivamente, marca una diferencia en la adultez y las oportunidades a las que puedan acceder las nuevas generaciones. Y eso es algo con lo que no se debería jugar.