Aborrecer el envejecimiento. Huir de él, negarse. Los estándares de belleza tienen un contenido ancestral inseparable de la reproducción, aunque algunos o algunas puedan incomodarse con ello.
En general las preocupaciones de las mujeres por lo cosmético, es para aparentar ser buenas candidatas para la maternidad. Todas quieren parecer que son buenas mamás.
Los efectos pretendidos de los miles de artículos y procedimientos para eliminar la ansiedad de las arrugas en el espejo y poner la piel tersa, para aparentar ser una buena fuente de lactancia al aumentar artificialmente las mamas, o simular unas dimensiones pélvicas favorables con el agrandamiento de las nalgas, tienen el objetivo de simular un ADN mejor y la capacidad de alimentarte mejor, de parirte mejor, que tienen las mujeres que presentan naturalmente estos atributos.
No importa si quien envía las señales es infértil o infecundo, fisiológica o psíquicamente. Los hombres homosexuales prefieren parejas jóvenes. Lo que indica que los “estándares” de preferencia por los rasgos indicativos de juventud, son anteriores y más profundamente [arraigados o relevantes] que el hecho mismo de la preferencia sexual.
Humectarse la piel para evitar las arrugas es un gesto que traduce “elíjeme, mi DNA es joven, está íntegro, invierte en mí tus recursos para que yo acceda a recombinarlo con el tuyo, en uno, o varios hijos de los dos”… no importa si tiene 30, 40, 50, querer parecer de 20 es un asunto de aferrarse a la elegibilidad sexual, de no deslizarse indiferente hacia el deterioro y la muerte contenidos en las imágenes de la senectud y la enfermedad.
Cuando usted se aplica la Pond’s y el bloqueador solar con insistencia conservacionista, probablemente ya no entiende la jerga de los jóvenes de las siguientes generaciones y lo que quiere es que su cara no proyecte toda la exposición que ya tiene al estrés oxidativo del sol y la angustia pertinaz, al cigarrillo, al hollín de los asados y los buses de la ciudad. A lo que se aferra es a sentir que aún no sale del mercado del emparejamiento.
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