Cómo hacerle frente al frente: La creación de una disidencia en el Quindío

Cómo hacerle frente al frente: La creación de una disidencia en el Quindío

En una semana, el clima de seguridad del Quindío sufrió una escalada importante. El 1 de abril, mediante un video difundido en redes sociales, el Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc anunció la creación de un nuevo frente que obedecerá al nombre de Isaías Pardo en los municipios de Huila, Tolima, Valle del Cauca y Quindío. Pocos días después, como respuesta al levantamiento del cese al fuego por parte del Gobierno nacional, el nuevo frente, junto con el bloque occidental Jacobo Arenas, expresó su intención de ejecutar ataques en contra de patrullas militares, batallones, estaciones de policía o cualquier otra unidad armada del Gobierno.

Ambos anuncios han levantado una alerta justificada en el departamento. Luego de varios años de relativa tranquilidad y nula presencia de este tipo de grupos armados, el departamento parece haberse convertido en objetivo militar. Esto sin ignorar que existe una historia de guerrillas que ha sido en parte olvidada, pero que en los años 90 azotó a municipios de la Cordillera y que son fronterizos con el Tolima, como Génova, Pijao o Córdoba a causa de los embates del frente 50 de las Farc.

Mientras la Policía nacional se encuentra verificando la realidad de esta nueva estructura, en la región subsiste la incertidumbre, sin saber cómo interpretar el rol del departamento. ¿El Quindío como horizonte en el proceso de expansión de las disidencias? ¿Cómo paso de tropas de estos grupos ilegales? ¿Cómo prenda de cambio frente a un pulso con la Presidencia en el marco de la Paz Total? El Cuyabran Post quiso alejarse del oficialismo en la región para hablar con dos estudiosos del fenómeno y tratar de entenderlo.

Extracto del anuncio del Estado Mayor Central en redes sociales, en donde se anuncia el nacimiento del nuevo frente Isaías Pardo.

Una criatura en constante transformación

La historia de las disidencias no es fácil de seguir. La suma de encuentros y desencuentros han caracterizado la naturaleza de estos nuevos actores de la guerra “que nacieron luego de la firma del Acuerdo de Paz con las Farc, en la que hubo algunas facciones disidentes y otras desertoras. Entre las disidentes se encuentra la línea de Gentil Duarte, surgida más o menos en 2018, consolidando grupos que no se acercaron a la paz de 2016 de La Habana”, nos cuenta Francisco Daza, coordinador de la línea de Paz Territorial y Derechos Humanos de la fundación Paz y Reconciliación.

Este grupo encontró en la insatisfacción con lo pactado, un elemento de cohesión. De acuerdo con un artículo publicado en El Espectador por Natalia Romero Peñuela, bajo esta sombrilla se agruparon “al menos 20 estructuras aliadas” ubicadas en el Catatumbo, Antioquia, el piedemonte caqueteño y un grupo en la zona comprendida entre Cauca, Nariño, Valle, Tolima y Huila: el Comando Coordinador de Occidente, comandado por alias Jhonier.

“Una vez este fue abatido y en el momento en el que el presidente Gustavo Petro empezó a hablar de la Paz Total, cambiaron su denominación, pasando la línea de Gentil Duarte a llamarse Estado Mayor Central – EMC, mientras que el Comando Coordinador de Occidente se convirtió en el frente Jacobo Arenas”, indica Daza. Se presume que la creación del nuevo frente con presencia en el Quindío haría parte de su expansión: “la conformación de bloques y frentes no es de generación espontánea sino resultado de un proceso de una acción prolongada de crecimiento del EMC. Encontramos que el Quindío también en clave de incidencia territorial, es un enclave fundamental como zona de tránsito para los grupos armados entre los departamentos de Valle y Tolima”, indicó el investigador.

“El fenómeno de las disidencias ha mutado hondamente desde el momento en el que surgen en 2016. No han mantenido una misma morfología, en la medida en la que el tiempo les ha permitido reconfigurarse y reestructurarse en función de sus intereses y los lugares que han podido estar”, expresa al respecto Juan Miguel Álvarez, periodista especializado en temas de derechos humanos y conflicto armado, autor de varios libros, ganador del premio Anagrama de Crónica ‘Sergio González Rodríguez’ y miembro del medio de comunicación Baudó AP. “En el momento de la firma del acuerdo las disidencias eran un puñado de personas sin mucho orden ni concierto, pero en la medida en la que el Estado no pudo detenerlas en esos años iniciales, fueron creciendo de una manera en la que han asumido la estructura de Grupo Armado Ilegal, que es categoría del Derecho Internacional en donde se estipulan leyes para la guerra”.

Haz zoom en la pantalla para mejor lecturabilidad. Limitaciones de nuestra plantilla…

Inevitable acudir a la memoria: en 2016 se firmó la paz con las Farc y en 2018 ingresó a la Presidencia de la República, Iván Duque; un mandatario que hizo una ejecución más que deficiente por cumplir los acuerdos de La Habana, con apenas el 33,6% en avances legislativos para su implementación; un cumplimiento del 3,2% en el presupuesto para la implementación del PDET; y tan solo un 36,3% de los combatientes reincorporados con algún proyecto productivo apoyado por su gobierno. En un panorama así, consideramos en El Cuyabran Post, un porcentaje importante de desmovilizados podrían haber vuelto al conflicto al interpretar esta actitud como un incumplimiento.

En 2022, a Duque lo sucedería en el cargo Gustavo Petro, quien en el marco de la política de Paz Total y con el objetivo de negociar de manera pacífica todos los conflictos, ha hecho concesiones importantes con la seguridad del país; una actitud ampliamente criticada desde las regiones, que sienten cómo la temperatura sube progresivamente mientras que el Estado parece sentirse impedido para actuar con contundencia, generando (de nuevo, desde el punto de vista de El Cuyabran) un ambiente propicio para el fortalecimiento de estos actores.

Una anatomía indefinida

Con el contexto histórico ya mencionado, resulta complejo definir la naturaleza de las disidencias y aún más, del nuevo frente Isaías Pardo. Desde el punto de vista ideológico, Álvarez sugiere que podrían compartir una identidad marxista leninista, si se tiene en cuenta la procedencia de las Farc de varios de sus comandantes y la aparición, en un vídeo de Iván Mordisco, de una bandera del Partido Comunista Colombiano. Pero aclara “es un ejercicio de pura especulación, porque no se sabe nada hasta conocer la situación desde adentro. Uno sabe que en el teatro de operaciones políticas todos esos elementos se ponen de manera premeditada para mandar mensajes que no necesariamente son ciertos, y que pueden ser interpretados de diferente manera; pueden ser interpretados como un simulacro”.

Algo parecido a lo que pasa con el poder militar que puedan ostentar. “Las históricas Farc tenían un nivel de sofisticación al que difícilmente han llegado otras guerrillas en el mundo. Tenían el financiamiento suficiente para estructuras y subestructuras, con una división de frentes contenidos en bloques, y estos a su vez en comandos que le respondían al secretariado”, añade, “eran unas subdivisiones que actuaban como una fuerza militar estatal. Pero con las disidencias no se sabe cuántas personas son realmente. Uno no ve que una estructura de estas sea capaz de tomarse un municipio con armas de alto poder y con la suficiente tropa. Pero claramente son capaces de secuestrar gente para lograr ingresos, de cometer homicidios selectivos, o masacres si lo necesitan”.

Daza confirma que el desconocimiento del alcance que puedan tener las disidencias subsiste incluso en el mismo ministerio de Defensa; sin embargo, trata de hacer un acercamiento al tema: “El bloque Isaías Pardo es más pequeño que el Jacobo Arenas en el Cauca, y puede ser resultado del asentamiento de integrantes de frentes que ya existían en la región, como la columna móvil Jaime Martínez, el frente Carlos Patiño, entre otros, que son los que han tenido esta campaña de expansión a otros departamentos colindantes con el Cauca. También es cierto que, en clave de la política de Paz Total, el Estado Mayor Central ha inflado un poco sus cifras y su denominación. Esta es la primera incógnita: puede ser una sola unidad que se autodenomina como bloque para posicionarse discursivamente como algo fuerte”.

¿Tienen con qué atacar una base militar? ¿Cuentan con los recursos para tener una presencia fuerte en Huila, Tolima, Valle del Cauca y Quindío? Álvarez lo pone en duda. “¿Ya tienen 500 fusiles a disposición, o solo 20 o 30? ¿O van a ser capaces de enfrentarse con las fuerzas militares y un Ejército que es prácticamente invencible por cualquier guerrilla en el mundo, para quitarles los fusiles y las granadas como pasaba en los 60 y 70? Veo la creación de ese frente muy difícil, por la ambición territorial. Sería increíble que las Fuerzas Militares no fueran capaces de impedirlo porque el gobierno Uribe dejó toda esa zona llena de batallones de alta montaña. No veo cómo puedan moverse fácilmente”.

Néstor Gregorio Vera, alias Iván Mordisco, comandante del Estado Central Mayor de las disidencias de las Farc. Al fondo, Cumbarco, de Sevilla, Valle del Cauca; un paso tradicional del frente 50 de las Farc.

Los riesgos latentes para el departamento

Del punto anterior se desprende otra pregunta: los medios de financiamiento. Desde la fundación Pares, Daza señala que habitualmente “estos grupos buscan sostenerse a través del desarrollo de otras economías como la extorsión y el secuestro, cobrando un impuesto de guerra y ejerciendo un control social y territorial en zonas rurales de municipios donde también cobran vacunas o extorsiones. Es posible que también este bloque se encuentre financiado por el Jacobo Arenas, por lo que no requeriría necesariamente del desarrollo de una economía ilegal en el Quindío”.

Descartó, por otra parte, que incursionen en el tema del narcotráfico: en el departamento no existe una alta densidad de cultivos de hoja de coca, y frente a la venta de drogas sintéticas (como sí sucede con el Clan del Golfo), precisa que por el contrario, el EMC tiende a fiscalizar estas actividades en los lugares donde tienen asiento.

Al lado de los fenómenos extorsivos ya mencionados, existe otro riesgo evidente representado en la posibilidad de reclutamientos forzados a niños, niñas y jóvenes de la alta montaña, “una práctica recurrente del EMC, principalmente en el norte del Cauca para llevarlos al conflicto vivido en el sur, en contra del ELN y la Segunda Marquetalia. No existen registros exactos, porque es un hecho victimizante en el que no hay muchas denuncias, pero en los datos no se muestra al Quindío como un departamento instrumentalizado para reclutamiento. De todas maneras, puede darse ese escenario de riesgo, dado que el Isaías Pardo está interesado en seguir creciendo en hombres y armas, y puede encontrar así, una forma de alcanzar este objetivo”.

Los graffitis y pendones que las autoridades en el Quindío descartaron como reales, inundaron las redes sociales y crearon más zozobra.

“Son los dos pasos iniciales para armar un grupo guerrillero: sacarle plata a los comerciantes y agroindustriales, y reclutar gente en la alta montaña”, añade Álvarez, “Seguramente va a haber algunos casos. Ahora, una cosa es extorsionar a los finqueros de Córdoba y Pijao por 100 mil pesos semanales que no alcanzan para nada, y otra a los empresarios de Armenia o del turismo en Montenegro por 5 millones mensuales; creo que es una situación muy neutralizable”.

Podemos, desde El Cuyabran Post, sugerir una tercera y una cuarta amenaza: la acción de la delincuencia común en medio de un clima de incertidumbre generada por el anuncio de la creación del frente Isaías Pardo. En menos de dos semanas, aparecieron en varios puntos del territorio quindiano, graffitis y pendones alusivos a las estructuras de Mordisco, que ya han sido descartadas por las autoridades como ciertas. Pero esto no descarta que se empiecen a presentar amenazas anónimas para exigir pagos a cambio de no agresiones. Y con ello, de manera presuntamente casual, la formación en el departamento de grupos ciudadanos de clara tendencia paramilitar. ¿Se nos calentó el Quindío de manera repentina?

Imagen creada con IA.

Una visión resolutiva

Al momento de publicar este artículo se hablaba de una posible fractura al interior del Estado Mayor Central, una versión que fue apoyada incluso por alias Calarcá, debido a la permanencia del EMC en la mesa de negociación con el Gobierno nacional. Como todo en este artículo, no se puede predecir con certeza cómo influya esto en sus capacidades operativas.

“Algunos comandantes se mantienen en la negociación, pero otros no se han hecho presentes en las conversaciones para reencausar el proceso, y eso le muestra al Gobierno quiénes quieren acercarse a la paz y quiénes no. Pero también representa múltiples riesgos, porque los que no están participando pueden alterar la seguridad de los departamentos donde estén presentes y generar acciones violentas contra la Fuerza Pública (principalmente) y la sociedad civil, en el marco de la suspensión del cese del fuego”, contempla como posibilidad, Daza.

Agrega el investigador que, desde las autoridades civiles territoriales solo se podría recurrir a instrumentos como los Planes Integrales de Seguridad y Convivencia Ciudadana, y los Planes Integrales de Prevención “que son la base de la gestión pública de alcaldías y gobernaciones en materia de seguridad y prevención de escenarios de riesgo por presencia de actores armados; estos lamentablemente dependen del actuar de la Fuerza Pública. Es muy difícil para una autoridad local prevenir escenarios de riesgo contra la población sin acciones militares como patrullajes o aumentar el número de actores en armas”.

Álvarez lo complementa: “Si las Fuerzas Militares tienen la orden presidencial de detener el fenómeno, lo harán muy pronto”. Si la cosa es así, la pelota queda en manos del presidente Petro y nuestras posibilidades, en la esperanza de que el Presidente defienda con firmeza un territorio que ha pasado de agache a lo largo de su mandato como lo es el Quindío.


Este artículo también representa el primer intento de una alianza informativa entre El Cuyabran Post, Rueda de Prensa y Finito. A lo largo de las semanas, los tres medios de comunicación estaremos presentando los informes hechos por cada uno, para lograr la comprensión de este fenómeno desde un espectro más amplio.

*Agradecimientos a Gabriel Buitrago por su apoyo en la elaboración de esta nota.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

× Suscríbete a nuestro canal de Whatsapp